jueves, 31 de diciembre de 2015

Gaviota de Delaware (y cana también) en San Lorenzo

No es invierno en Gijón si no hay gaviotas de Delaware (Larus delawarensis), y este año no podía ser diferente.










En uno de los terrenos históricos para esta gaviota en Gijón: la playa de San Lorenzo. Son ya muuuchos años en los que no falla esta especie, cruzando el Océano Atlántico puntualmente.
Rasgos distintivos de este adulto invernal: Tamaño medio, aspecto potente, patas amarillo claro pero amarillo al fin y al cabo, ojo claro, también amarillo, mancha ancha (tanto como el diámetro del ojo) negro en un pico fuerte y comprimido lateralmente.


Unos días antes tuvimos justo en el mismo sitio a una gaviota cana (Larus canus) también adulta. Igualmente escasa, se confunde mucho aquí con la Delaware. Unas patas decididamente verdosas, el ojo pequeño y muy oscuro o negro, el pico más fino y alargado, con una mancha negra pequeña y más tenue, y un aspecto general tímido nos podrían ayudar en la identificación...¡no es fácil incluso llevando 10 años observando a las 2 especies!

martes, 29 de diciembre de 2015

Mi primer gavión ibérico

Pesqué el otro día en el Musel a B:10, uno de los poquísimos gaviones atlánticos (Larus marinus) anillados en España.












Como ya sabéis, es una gran noticia que desde hace unos pocos años se vienen registrando intentos de cría en islotes aislados en la costa Norte española.













Lo intentaron en Asturias, sin confirmar si lo consiguieron (creemos que no), lo hicieron con éxito en Galicia, y desde hace 2 temporadas, salen algunos pollos en Vizcaya, que es de donde viene este ejemplar, anillado por Aitor Galarza.








Este bicho en concreto, a simple vista, me pareció pequeño y no destacaba demasiado entre las bravuconas gaviotas patiamarillas que lo rodeaban, así que me inclino a pensar que es una hembra. Vista de perfil, exhibe todo el poderío de su especie. Que tenga suerte en la vida y disperse sus genes por toda la costa cantábrica y atlántica de la Península Ibérica.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Ánsares nivales y cisne cantor

El Embalse de San Andrés, que estaba de capa caída, nos trajo un par de sorpresas estas navidades.

















La más curiosa fue un par de ánsares nivales (Anser caerulescens) que misteriosamente apareció en el embalse.









Supongo que atraídos por el cisne cantor, que ya lleva una temporada, no se sabe a ciencia cierta cómo llegaron aquí.












El plumaje estaba impecable en los 2 ejemplares, y doy fe que su comportamiento era vigilante en todo momento, por lo que cabe pensar que sean salvajes, o al menos asilvestrados, y no un escape (no portaban anillas).







Sea como sea, muy entretenido verlos, por su tamaño se veían muy bien pese a la distancia que había entre telescopio y ánsares, sacarle fotos curiosas ya fue más difícil.










El cisne cantor (Cignus cignus) lleva semanas en el embalse, se ve hasta desde la autopista por su enorme tamaño.











Aunque el bando que se vio hace unos inviernos en la ría de Villaviciosa dejó el listón muy alto, siempre es muy interesante ver a este grandullón patrullar por el embalse.










Ojalá la política medioambiental de Gijón fuese de otra manera (o simplemente existiese) y se arreglasen los observatorios que este embalse merece hace años, las observaciones serían más agradables y seguramente una restauración adecuada haría que se instalasen todas las especies de aves acuáticas que se veían hasta hace poco y que hoy en día tanto se echan de menos.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Cambian las frecuencias

Invierno tras invierno, llegan las aves escapando del frío, pero aunque son las mismas caras cada invierno, varían mucho las frecuencias.

Algunos anteriormente muy abundantes, como los porrones que casi colapsaban el estanque del parque Isabel, cada invierno se ven menos, como el porrón europeo (Aythya ferina). De los porrones moñudos, mejor ni hablar.








Otros también abundantísimos, siguen viéndose pero en mucho menor número. Los zorzales comunes (Turdus philomelos), de verse por centenares, a verse por decenas, y gracias. Mucho peor les va a los parientes alirrojos.











Los bisbitas pratenses (Anthus pratensis), a tenor de las cifras que voy cotejando, se mantienen con una buena invernada este año, lo cual es sorprendente con el calor que hace.










Igual que los estorninos pintos (Sturnus vulgaris), que de número van bien, tapando el cielo en las horas de reunión, aunque han cambiado los dormideros.



Y siempre quedan especies a las que les va fenomenal, como a la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), que lentamente ha pasado de ser acontecimiento su presencia en Gijón a no ser para nada extraña, y ya se ven bandos de 50 aves deambular por el concejo, ya sea para dormir, "pastar" o sobrevolar de vuelta al parque Isabel las vegas del río Piles. Y podríamos añadir algo similar para su prima la garceta común.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Demasiado grande incluso para el cormorán grande

Los que llevamos observando cormoranes unos añitos sabemos la facilidad con la que se tragan pescados aparentemente imposibles de deglutir.












Pero cuando vi en el río Piles a este cormorán grande (Phalacrocorax carbo) sacar del agua a esta enorme pieza de pez plano, di por hecho que era del todo punto imposible.










Pero no. Se lo pensó un poco, y...














 ¡para dentro!













Primer intento nulo, aquí ya di por hecho que se arrepentiría...











...y por si acaso, una gaviota sombría (Larus fuscus) también con aspecto famélico, le echó el ojo a la escena.









Segundo intento, realmente agónico.













Tardó un buen instante en preparar al pez para entrar directamente a la garganta.









Pero era imposible de todas todas.













Físicamente imposible, pero no lo soltaba.













Otra vez al suelo, y la gaviota empezaba a ver posibilidades reales.











Un último intento, pura cabezonería.














Mucha hambre, y mala herramienta, un pico experto en pescar pero poco útil para trocear o arrancar pedazos, a la inversa que la gaviota. No me quedé para seguir viendo el desarrollo de la historia, pero más tarde o más temprano (y sin que sirva de precedente), la gaviota desayunaría (mientras le dejasen sus compañeras, que ya la rondaban), y el cormorán grande se daría cuenta que hasta ellos tienen un límite, que ya es decir.















martes, 22 de diciembre de 2015

Otra gaviota de pico bizarro

Pues aquí os traigo otra pobre gaviota con un pico extrañísimo, en este caso casi parece un pico de loro.












La pobre gaviota sombría (Larus fuscus) de 1er invierno tiene hasta cara de pena merced a ese pico tan caído.










Aunque es evidente que hasta ahora se las habrá arreglado medianamente bien, porque si no ya se hubiese muerto de inanición, era una gaviota muy pequeñita y con un punto de flacucha. El plumaje no parece estar mal.






El pan del Parque Isabel de Gijón lo comía muy bien. No es mal sitio éste para gaviotas debilitadas, con seguridad garantizada y alimento más o menos continuado y administrado por los guardas, espero que coja fuerzas y sea de las gaviotas que mudan, según estudios recientes, la ranfoteca durante el desarrollo y adquieren un pico normal.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Cotorras de Kramer

Bien temprano se escuchan los llamativos y desgarbados quejidos de la cotorra de Kramer (Psittacula krameri) en los eucaliptos del Parque del Kilometrín de Gijón.














Se mueve bien alta, pero como curiosa que es en cuanto detecta algo extraño (por ejemplo a un paisano que la mira fíjamente a través de unos prismáticos), para y se queda mirando.









Un ave invasora que en Gijón todavía está en pequeño número, y muy localizada, pero que con el cambio climático sospecho que se va a beneficiar mucho.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Haciendo el SACIN: Vuelvepiedras

Ningún bicho más característico del Rinconín gijonés que los vuelvepiedras (Arenaria interpres). Sin embargo este año ha sido el más flojo de toda la serie desde que llevo haciendo el SACIN de la SEO. Preocupante. De los correlimos oscuros, que solo vi uno, mejor ya ni hablamos.









Charlando con unos buenos amigos esta tarde por el paseo marítimo de Gijón nos preguntábamos, a 23ºC a estas alturas de diciembre, si el cambio climático no es ya una amenaza futura, si no una realidad presente, que sufren las aves migratorias cada día.

Haciendo el SACIN: Mitos

Tener un pájaro a 2 metros suele significar éxito sacándole una buena foto. Con el mito (Aegithalos caudatus), rotundamente no, se mueve tanto que te podría saltar encima y seguirías perdido intentando enfocarlo.
Fue lo mejor que pude retratarlo.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Haciendo el SACIN: Camachuelos comunes.

Cuando terminaba el recorrido, en la aliseda pantanosa de Granda, un alegre grupito de 4 camachuelos comunes (Pyrrhula pyrrhula) hizo su típico reclamo, tan tenue y delicado que es inconfundible.









Fui buscándolos hasta que aparecieron en un fresno, un fogonazo de color, son preciosos.














Justo al lado, un petirrojo (Erithacus rubecula) piaba muy quedo también buscando protagonismo. No es lo mismo, pero ese pecho colorido se mereció la foto.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Haciendo el SACIN: Pito real ibérico

Censar siempre es un motivo de satisfacción, porque además de realizar voluntariamente una labor científica, de darte cuenta de patrones en la distribución de las aves después de muchos años de patear el mismo trayecto, y de obligarte a madrugar para otear el mismo paisaje en condiciones muy diferentes, climatológicas, familiares, e incluso anímicas, uno siempre encuentra cosas guapas, por ejemplo, en el Parque fluvial del Piles de Gijón, este guapo pito real ibérico (Picus sharpei).



Fuese por lo temprano que era o por la helada que había en el prao, el tradicionalmente esquivo pito estaba cercano y tranquilo.











Como se ve por la bigotera roja, con solo un pequeño reborde, es un macho. Si fuese hembra tendría la bigotera negra.












Como también vemos, domina el verde grisáceo en torno a los ojos, faltando completamente el antifaz negro que sí ostenta el pito real europeo (Picus viridis), que ahora parece que se separa en una especie diferente al ibérico.








Podría parecer que un ave de un colorido tan espectacular, y con un contrastado verde y rojo (colores complementarios) tendría que destacar a kilómetros.










Pero la verdad es que este tono de verde le viene perfecto para pasar desapercibido en los praos asturianos.












No llegué a saber qué estaba comiendo, pero el pico manchado de tierra húmeda me daba una pista.













Cuando vio a un perro con su dueño, se acabó el espectáculo, y de un salto y un par de aleteos, a camuflarse en el tronco de un árbol, y allí (como suele suceder mucho más frecuentemente que este encuentro tan afortunado), el relincho estridente de su reclamo es lo único que lo delata.